Por el Dr. Esteban López Marinaro – Investigaciones Clínicas Cuyo
La enfermedad arterial periférica (EAP), especialmente en segmentos por debajo de la rodilla (“below‑the‑knee” / BTK), representa un reto clínico importante: riesgo de isquemia crítica, dolor, riesgo de amputación, calidad de vida comprometida. En este contexto, las nuevas generaciones de stents bioabsorbibles (“bioresorbable stents” o “scaffolds”) vienen mostrando resultados muy prometedores. A continuación analizo los principales avances, sus ventajas, limitaciones, y lo que esto puede significar para nuestra práctica.
Qué se está desarrollando
En la reunión CRT 2025, el Dr. Eric Secemsky (Beth Israel Deaconess / Harvard) presentó que:
- Se ha revitalizado el interés por los scaffolds bioabsorbibles, particularmente para intervenciones debajo de la rodilla.
- Un nuevo diseño, como el lanzado por Abbott (“Abbott Esprit”), basado en tecnologías previas (por ejemplo Absorb), ha sido aprobado por la FDA para uso en BTK, mejorando puntos débiles previos como el grosor de las “struts” (componentes estructurales del stent).
- Nuevos materiales:
 • Tyrocore (Reva Medical) — permite “struts” más finas, mejor visibilidad angiográfica, buen desempeño estructural.
- • Polímeros PLLA de alto peso molecular, también con diseño mejorado (R3 Vascular).
- • Otra vía: stents de magnesio bioabsorbible, en desarrollo por Biotronik, que pierden ~40 % de masa en los primeros 90 días y ~95 % al año, ofreciendo alternativas estructurales distintas de los polímeros.
- Los scaffolds basados en polímeros como el PLLA o Tyrocore se disuelven generalmente en 3‑4 años, pero liberan al vaso para permitir vasodilatación normal alrededor del año‑uno año y medio.

Ilustración médica de un stent bioabsorbible en arteria periférica. Fuente: Wikipedia. Licencia: Creative Commons Attribution-ShareAlike 4.0 (CC BY-SA 4.0).
Ventajas frente a los stents metálicos tradicionales
El atractivo de los stents bioabsorbibles se sustenta en varios puntos:
- Ausencia de implante permanente: una vez cumplida su función estructural, el scaffold se disuelve, lo que puede reducir complicaciones crónicas relacionadas al material extraño dentro del vaso.
- Integridad estructural mejorada: los nuevos diseños apuntan a “struts” más delgadas pero con resistencia radial suficiente, lo cual era un problema en generaciones anteriores.
- Flexibilidad terapéutica: al liberar el vaso después de algunos meses, se recupera la capacidad del vaso de dilatarse, lo cual puede mejorar la respuesta biológica.
- Materiales alternativos: el uso de magnesio, por ejemplo, puede ofrecer tiempos de disolución más rápidos y distintos perfiles de biocompatibilidad.
Limitaciones y consideraciones clave
Aunque los avances son alentadores, aún hay desafíos que debemos tener muy presentes:
- Preparación del vaso: esencial. Las técnicas de preparación (angioplastia previa, selección del diámetro, cuidado del lecho vascular) y el uso de imágenes intravasculares (IVUS, OCT) son críticos para asegurar buena aposición del scaffold y minimizar riesgos de reestenosis o trombosis del scaffold.
- Durabilidad estructural: aunque los nuevos materiales prometen mejoras, la pérdida de fuerza radial con el tiempo y la capacidad de mantener soporte durante el período crítico son variables importantes.
- Evidencia clínica a largo plazo: se necesitan ensayos con seguimiento prolongado, en comparación con stents metálicos y otras terapias (p.ej. angioplastia con balón recubierto), especialmente en segmentos pequeños o con calcificación.
- Competencia terapéutica: terapias como los balones recubiertos (“drug‑coated balloons”) han avanzado mucho y ofrecen alternativas en ciertas lesiones. Habrá que definir claramente en qué escenarios los bioabsorbables ofrecen ventaja neta.
Implicaciones para nuestra práctica en Argentina / Latinoamérica
Como cardiólogos intervencionistas, debemos estar atentos a estos desarrollos por varias razones:
- Muchos pacientes llegan con EAP avanzada, con compromiso BTK, y opciones terapéuticas limitadas. Si los scaffolds bioabsorbibles demuestran seguridad y eficacia localmente, pueden reducir amputaciones y mejorar calidad de vida.
- La adopción requerirá formación en técnicas de imaging intravascular, entrenamiento en preparación del lecho vascular y selección adecuada del paciente.
- Regulación y acceso: el costo, la aprobación regulatoria local, y la disponibilidad de materiales importados serán factores decisivos.
¿Qué esperar en el corto plazo?
- Ensayos clínicos BTK con nuevas generaciones de scaffolds para confirmar eficacia y seguridad.
- Estudios que comparen los bioabsorbables contra estándares actuales (balón recubierto, stents metálicos) en lesiones difíciles (pequeños diámetros, calcio, tortuosidad).
- Evaluaciones económicas de costo‑beneficio, ya que estos dispositivos tienden a ser más costosos inicialmente.
- Pruebas de imagen y protocolos estandarizados que optimicen los resultados.
El resurgimiento de los stents bioabsorbibles marca una etapa muy prometedora en la intervención vascular, especialmente para la enfermedad arterial periférica BTK. Aunque no estamos aún en la era donde estos dispositivos reemplazan por completo a los metálicos, los avances estructurales, de materiales y los primeros datos clínicos los colocan como una innovación que merece nuestro seguimiento cuidado. En nuestros centros, debe priorizarse la investigación local, la capacitación en nuevas técnicas y protocoles, y la consideración del paciente como eje central: seleccionar bien, preparar bien, tratar bien.
Referencias
- Fornell D. Advances in bioresorbable stents show promise for treating PAD. Cardiovascular Business. 19 marzo 2025.
- Secemsky E, [y colaboradores]. Innovaciones en scaffolds bioabsorbibles para intervenciones BTK: Esprit (Abbott), Tyrocore (Reva), scaffolds de magnesio y PLLA. Presentación en CRT 2025.
